4.4.3. Sesgo por respuesta
Otro tipo de errores pueden deberse al sesgo de respuesta, sea por la forma en que se realiza la pregunta o por el tipo de respuesta que se brinda ante el encuestador.
Las diferentes palabras con las que se puede presentar una misma pregunta suele ser una fuente importante de sesgo de respuesta. El sesgo debido a la presentación de preguntas puede ser intencional o no intencional. Por ejemplo, en relación al pago de impuestos, no es lo mismo preguntar "¿No está usted harto de pagar impuestos para que todo siga igual de mal?" que "¿Le parece importante que se paguen impuestos para mejorar la educación, los servicios de salud y la seguridad?". Ambas conllevan un sesgo intencional y, seguramente, tendrán resultados muy diferentes.
Está claro que a la gente no le gusta mostrarse con ideas que no están bien vistas socialmente. Por ejemplo, cuando un hombre está cara a cara con una encuestadora o llenando un formulario no anónimo, es muy probable que evite una respuesta que parezca machista. Estamos en presencia del sesgo por tratar de agradar.
Si una pregunta está referida a un acontecimiento ocurrido algún tiempo atrás, la respuesta tendrá un sesgo por recuerdo. Por ejemplo, si se le pregunta a una mamá sobre la edad en la que comenzaron a caminar sus hijos, la veracidad y precisión de la respuesta dependerá de las características personales de la madre.
Otras veces, las personas seleccionadas para una encuesta son muy difíciles de localizar o simplemente se niegan a responder. Los individuos que no responden pueden ser muy diferentes de los que sí lo hacen. Estamos en presencia de un sesgo por no respuesta.